El poder del abrazo

Anoche volvía de la facultad en el tren, el Urquiza, eran algo así como las 21 horas y el tren estaba algo lleno, ahora que pienso bastante inusual, yo como siempre estaba apoyado alado de una puerta leyendo, ahora leo "Citibank Vs Argentina" de Zlotogwiazda que por cierto pinta muy bueno, voy por el capitulo 10 y se hace muy llevadero.

En fin volviendo al tema, estaba apoyado leyendo cuando en una estación subió una mina debía tener mi edad o un poco menos, la verdad que soy un poco malo para adivinar las edades, y con un bebe, se puso alado mio. Como el nene no paraba de llorar lo saco del carrito y lo tenia a upa, el chavon andaba chocho de la vida, y en eso se dio cuenta que el libro que yo leía era un lindo juguete, entonces se dispuso a jugar con él. La madre ante la avanzada del hijo frente a mi libro le dijo "noooooo!!" lo cual hizo que el nene frene, me miro a mi, se rió, miro a la madre, se rió y le brillaron los ojitos, y se abalanzo sobre el cuello de la madre en uno de los abrazos mas tiernos que vi.

La madre me miro a mi para ver como reaccione ante la idea del hijo y me encontró mirándola con cara de babaso y con una sonrisa, a lo cual en el próximo ataque del nene le dio un poco mas de acción con lo cual llego a tomar la punta del libro, nuevamente la madre reacciono igual "nooooo!!!" a lo cual el nene volvió a repetir el procedimiento, mi miro sonriente, miro a la padre con ojos grandes y brillantes, se rió, y se abalanzo sobre el cuello.

Que lindo es dar un abrazo, que lindo es encontrar en los brazos de otra persona el refugio que uno necesita, a veces si nos detenemos a pensar los brazos que nos rodean quizás sean, físicamente, los mas débiles e inseguros del mundo pero para nosotros es un seguro, una tranquilidad, un resguardo que no encontramos ni siquiera bajo el mas grueso hormigón reforzado. El poder del abrazo es tan grande que hasta nos eriza la piel de tan solo ver un abrazo tierno, nos llena los ojos de lágrimas, nos hace desear enormemente recibir un abrazo, es por ese mismo "poder" que sigo pensando en como el nene se tiraba al cuello de su madre, y es justamente por ese mismo poder que ahora estoy deseando un abrazo y buscando ese refugio que mal no me vendría.