El baile de los cuerpos

Es un mundo aparte del mundo, un sitio aislado que no se queda quieto con el paso del tiempo, de a poco, sin que podamos impedirlo, nos encontramos bailando, lo hace hasta quienes no disfrutan de bailar, rozando nuestros cuerpos buscando el paso acorde, cientos de personas bailando a la par, compartiendo los pasos, girando y mirando de reojo a sus compañeros de baile, extrañas caras que comparten un mismo cuerpo o viejos conocidos que rozan en cada pieza y a cada segundo, es un baile intimo que lo compartimos con muchos.

La situación es siempre la misma empieza con un baile tranquilo donde hay lugar y tiempo para moverse a gusto, pero con el correr de los temas se pone apretado, caluroso, muy personal y el baile se vuelve un asunto muy corporal con suspiros al oídos, con miradas cómplices y a veces con discusiones de parejas, pero la magia del baile es que no se puede evitar y es que viajar en tren a las 7.30 de la mañana es siempre lo mismo, todos apretados intentando buscar un lugar.